9 de octubre de 2008

“La concentración del periodismo es la muerte”

En el programa “Parte del Aire” que se emite todos los viernes de 21:00 a 22:00 por FM Radio Cualquiera 94.3 se emitió una entrevista al poeta y ensayista Vicente Zito Lema, respecto del ejercicio de la profesión periodística, con motivo de conmemorarse el 7 de junio pasado el Día del Periodista.

Consultado acerca del periodismo Vicente Zito Lema nos decía: “... el periodismo es la actividad intelectual que más define la realidad social de nuestro tiempo... Yo elegí trabajar desde el periodismo buscando ese fin esencial, ese fin de justicia y de belleza que mueve toda mi vida desde que tengo conciencia....Definir el periodismo siempre es difícil, como se define lo justo, como se define el bien común, como se define sentir como propio el dolor ajeno y como, esencialmente, la ardua tarea de construir la verdad. Tal vez en el periodismo haya un poco de todo eso, enmarcado en un sentido que para mi es lo esencial de las cosas... las cosas sólo existen en comparación. La palabra, aún la más precisa y la más bella, no existe realmente sino la escucha el otro, si el otro no le da el sentido final. Todo esto es posible en lengua de nuestro tiempo gracias a lo que llamamos periodismo”.Indagado sobre la Ley de Radiodifusión y las actuales reglas de juego de la profesión, Zito Lema nos exponía:“Cuando los medios más importantes para la felicidad, están concentrados en un monopolio que solo busca convertir en mercancía, en valor de cambio lo que por naturaleza es esencia de verdad y justicia, se va en contra de la verdad, de la existencia por la cual la cosa es. El periodismo remite a la libertad y cuando existe como en estos momentos, una concentración absoluta del poder comunicativo, paradójicamente, son las excepciones los bordes, las alternativas, la contra información lo que recata el sentido esencial del periodismo. La concentración del periodismo es la muerte y el periodismo alternativo es la vida... La modificación de las normas jurídicas vigentes que remiten incluso a las últimas dictaduras militares, son un oprobio para todos los que hemos apostado a la prensa libre, como una posibilidad concreta de la justicia social. Porque sin medios de comunicación que realmente contribuyan a la conciencia crítica, la apetencia del bien común, por sobre toda las cosas, es imposible que realmente exista una sociedad donde la felicidad sea algo más que un sueño... la construcción de una ley es imprescindible. Pero también es cierto que ninguna ley va a ser amada por la sociedad si no nace de una predisposición hacia el bien público, y no de ninguna predisposición a acentuar el poder ligado con un político o con una política que esté marcando los límites del juego de la libertad. La ley de prensa tiene que ser independiente de las pasiones circunstanciales”.